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El concepto de las creencias es un constructo psicol�gico complejo. Debido a su naturaleza parad�jica y complejidad, las creencias como constructo est�n plagadas de problemas de definici�n. Pajares las califica como un constructo complicado. Barcelos describe las creencias como un concepto esquivo que desaf�a una definici�n clara. A pesar de esta dificultad definitoria, los investigadores han hecho varios intentos para definirlo, por lo que la revisi�n bibliogr�fica est� repleta de muchas definiciones, aunque hay poco consenso entre los investigadores. Los investigadores han definido las creencias de manera diferente, dependiendo del enfoque de investigaci�n que adopten. Por lo tanto, Pajares afirma que definir las creencias es, en el mejor de los casos, un juego de elecci�n del jugador. Se han definido como miniteor�as, percepciones, teor�as impl�citas, representaciones del aprendiz, representaciones, etc.. Dentro del enfoque normativo, los estudios definen las creencias como sin�nimos de nociones preconcebidas, mitos o malentendidos. Horwitz, figura clave en el enfoque normativo, define las creencias sobre el aprendizaje de idiomas como ideas sobre c�mo las personas aprenden un segundo idioma. Los estudios dentro del enfoque metacognitivo definen las creencias como conocimiento metacognitivo. Wenden ha descrito el conocimiento metacognitivo como conocimiento sobre el aprendizaje. En el enfoque contextual, los estudios consideran las creencias como elementos contextuales, din�micos y sociales. Pajares sostiene que gran parte de la confusi�n en la definici�n se debe a la falta de distinci�n entre creencias y conocimiento. Las creencias y el conocimiento se han utilizado indistintamente. Es dif�cil precisar d�nde termina el conocimiento y comienza la creencia. Las distinciones se discuten con mayor detalle a continuaci�n. La falta de una distinci�n clara entre creencias y conocimiento es una de las mayores controversias en los estudios de creencias. Nespor, en su estudio de psicolog�a cognitiva, ha intentado establecer una distinci�n entre creencias y conocimiento al notar que el conocimiento puede ser evaluado o juzgado de manera consensual, mientras que las creencias no pueden ser evaluadas consensualmente. En otras palabras, el conocimiento se basa en la validez del consenso grupal, lo cual no es aplicable en el caso de las creencias. Los sistemas de creencias dependen m�s de los componentes afectivos y evaluativos que el sistema de conocimiento. Los sistemas de creencias est�n compuestos principalmente por material epis�dico almacenado que se deriva de experiencias personales, episodios o eventos que contin�an influyendo en la comprensi�n de eventos en un momento posterior. Las creencias residen en la memoria epis�dica, mientras que el conocimiento est� sem�nticamente almacenado en una red asociativa y podr�a desglosarse en sus componentes l�gicos. Otros investigadores, sin embargo, no creen que tal distinci�n sea posible y deseable. Por ejemplo, Pajares sostiene que el conocimiento cognitivo no est� exento de su propio componente afectivo y evaluativo. Adem�s, argumenta que la concepci�n de un conocimiento m�s puro que la creencia y m�s cercano a la verdad no es aceptable, porque ning�n conocimiento y ninguna verdad pueden existir sin juicio y evaluaci�n.

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9788412731989

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