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Este valioso libro le permite a cada lector recordar la importancia de volver la mirada hacia la belleza y ocuparse con responsabilidad de ella. La interna, recibida por el solo hecho de ser imagen del Creador y la otorgada a nivel externo, ya que ms all de la etnia, el color de la piel, las facciones o las medidas perfectas e incluso las discapacidades o las condiciones especiales, toda persona es bella. Poderosas palabras de la autora que brindan la oportunidad del reencuentro con la belleza, cualidad otorgada a los seres humanos, a la naturaleza y a las cosas, en esa interaccin cotidiana con el ser que cada uno es y el mundo que lo rodea. Lo bello corporal, mental o espiritual es una propiedad llamada a ser reconocida, protegida y fortalecida para que cumpla su funcin de energa empoderadora y evitar as que se torne negativa. En un recorrido paso a paso terico, reflexivo y con ejercicios prcticos Azucena Mancinas desde sus conocimientos y experiencia lleva al lector a vibrar con el concepto de belleza, para que se deje impregnar de esa alta vibracin, a travs de la cual conecte con su autoconocimiento, el poder energtico que lo conforma, la inteligencia emocional, la sanacin del alma, el fluir con el espritu y el establecimiento de relaciones constructivas con los dems, entre otros temas abordamos. Ser bello (a) por dentro y por fuera contribuye al bienestar integral de quin lo reconoce desde la esencia, por eso en esta maravillosa obra se encuentran muy valiosos caminos y medios para lograrlo, ya que palabra a palabra es un encuentro apasionante e inspirador con la belleza integral, el amor propio y el propsito de vida. Bienvenidos bellos seres de luz!

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9781098319397

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Azucena Mancinas naci en un pequeo pueblo rodeado de montaas y ros llamado Cerocahui, en la Sierra Tarahumara, Estado de Chihuahua Mxico, el 29 de septiembre de 1979. En ese hermoso lugar pas su infancia hasta los trece aos con sus padres Jess y Mara, y su hermano Samuel un ao mayor que ella. Tiene tres hermanas mayores Carmen, Hilda y Cristina con quines comparti muy poco durante su infancia, ya que ellas se casaron muy jvenes, sin embargo, siempre recibi su cario y proteccin a travs del tiempo y a pesar de la distancia. Estudi parte de la primaria en un colegio de monjas, cuya costumbre era hacer oracin cada maana antes de empezar las clases. La institucin tambin era un internado, donde vivan internos adolescentes indgenas llamados tarahumaras, muchos de ellos no hablaban espaol nicamente su ancestral dialecto. A muy temprana edad Azucena aprendi a nadar en los ros de Cerocahui, a montar a caballo, a moler el nixtamal en un molino para hacer las tortillas de maz a mano y a ir a la montaa a traer lea para cocinar en la estufa, entre otras actividades propias de la vida en el campo. En ese tiempo en su pueblo natal usaban lmparas de petrleo porque an no haba luz elctrica y tampoco tenan televisin, por eso ella recuerda que el primer televisor que conoci fue en blanco y negro cuando ya tena alrededor de diez aos de edad. A la autora siempre le gust el dibujo desde que era muy pequea y adems empez a escribir poemas hacia los doce aos, despus escribi historias, pero solo como un pasatiempo precisamente porque esas actividades la relajaban mucho. Pasar la infancia en el campo fue una experiencia muy enriquecedora para su vida y como tradicionalmente su pueblo ha sido muy turstico, ella vea con frecuencia americanos vacacionando. Ese hecho impacto a Azucena debido a la mezcla cultural tan bonita que ella conoci desde nia, ya que por un lado estaban los tarahumaras que hablaban su dialecto, los norteamericanos que hablaban ingls y el resto de la poblacin a quin el pueblo nativo llama chabochis que hablan castellano. Por cuestiones de salud fsica de su mam la autora tuvo que acompaarla e irse con ella a la ciudad de Chihuahua para que recibiera mejor atencin mdica y donde finalmente se radicaron. Mientras tanto su pap decidi continuar viviendo en el pueblo, motivo por el cual ella pas parte de su juventud viajando en tren por toda la sierra para ir a ver al padre, lo que era una aventura maravillosa debido a que pasaban por tneles, puentes y paisajes muy hermosos y pintorescos. En una poca muy difcil para la familia desafortunadamente su hermana Cristina falleci, Azucena tan solo tena catorce aos y un ao despus su hermano Samuel se march y enrol en el ejrcito, as que pas ese tiempo y poca de la vida sola con su mam. Sin embargo, la experiencia juntas fue enriquecedora ya que su madre que siempre ha sido una guerrera, es quin le ense mucho, su mayor maestra y adems la apoy al 100% en todo; la cuid, la aconsej y le transmiti con su ejemplo la importancia de luchar por los sueos. Con mucho esfuerzo su madre le pag la carrera de contador privado y secretariado en lo que se gradu gracias a ella, despus trabaj un tiempo en diseo grfico y luego decidi casarse a los casi diecinueve aos. Con su esposo que haba sido un amigo de infancia tuvo dos hermosos hijos ngel y David, se realiz entonces como madre siendo una de las mejores experiencias que ha vivido. Juntos formaron un hogar, se mudaron a los Estados Unidos, pero cinco aos despus de su llegada al pas y diez de haberse casado la pareja se divorci, aunque la separacin fue de mutuo acuerdo y en muy buenos trminos. El divorcio fue un gran aprendizaje, ya que despus de ello Azucena descubri un mundo que no conoca, empez un proceso de autoconocimiento empoderador, como tambin aprendi muchsimas cosas positivas entre ellas a valorarse, agradecer por todo y amarse a s misma. En medio de ese nuevo estado de vida como mujer separada siempre ha contado con el apoyo del ex esposo, adems regresaron a ser los amigos que haban sido en la infancia y aprendieron a llevar una relacin fraternal con algo maravilloso en comn sus hijos, convirtindose en el mayor ejemplo de lo que significa ser pareja de padres. Durante una dcada completa permaneci como mam soltera, lapso de tiempo en el que educ a sus dos nios y los disfrut lo ms que pudo, estudi ingls, viaj, empez a hacer una variedad de actividades muy productivas y adems conoci mucha gente valiosa. Pas el tiempo y el da menos esperado la vida la puso frente a un hombre, que la mir como si hubiera visto a la estrella fugaz ms brillante de toda su vida... Empezaron una relacin, se enamoraron, descubrieron el amor de pareja y despus de un positivo noviazgo termin casada con aquel americano de ojos verdes y con un corazn de oro llamado Christian Jay Morris. Hoy la autora luego de tantos caminos recorridos est realizando uno de sus mayores sueos el de ser escritora y lo ha logrado gracias a su fuerza de voluntad, pero tambin por el apoyo de su esposo, hijos, familia y amigos. Azucena ante todo lo vivido se siente muy afortunada de tener personas a su alrededor que se alegran de sus xitos y que la motivan e inspiran para seguir evolucionando.

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